miércoles, 26 de noviembre de 2008

Un poco de gastronomía de Plasencia

Callejeando por la ciudad se encuentran bellos palacios como éste, cercano a la
iglesia de San Pedro.
Plasencia tiene una buena oferta hotelera que permite reposar en la ciudad y detenerse en ella una jornada adicional para hacer una excursión por el valle del Jerte, especialmente atractivo en los días de abril, cuando florecen sus ejércitos de cerezos sobre las empinadas laderas. La zona más bella es la de Tornavacas, porque la parte inferior está bastante desmejorada por modernidades que quitan tipismo a los pueblos antaño bellos. Cerca está La Vera, donde es recomendable llegar hasta Cuacos de Yuste, donde se halla el austero monasterio en el que se retiró a morir el emperador Carlos V. La visita al Palacio-monasterio, del siglo XV y XVI es
absolutamente recomendable, especialmente para quienes aman la historia. Allí encontrarán la espiritualidad del glorioso emperador y se empaparán de ese estilo sobrio que define el siglo XVI español. También en La Vera causan un efecto negativo las modernidades constructivas que contrastan con la bella arquitectura tradicional de los pueblos que se asientan en la solana de la sierra de Tormantos.
Pero tambien hay que referirse a otro goce. El de la buena mesa. Se ha mencionado la excelencia de vivir en una ciudad con obispo y sin gobernador civil. No es mala receta, incluso para los descreídos. El clero siempre ha gozado fama de cuidar bien el cuerpo. Nunca faltarán en el entorno de las catedrales agradables posadas o viejos fogones donde las carnes de vacuno, puerco o cordero reciban en su justa necesidad aderezos y calor de llamas. Porque ya hace más de dos mil años los mismos dioses se embelesaban con el olorcillo de simples sacrificios o magníficas hecatombes. Siempre juntos, el fuego y la carne, en la gloria de los fogones y en los mismos infiernos. Plasencia tiene experiencia histórica en gastronomía: junta los saberes de extremadura(buenos quesos, carne y caza) con los su condicion de ciudad episcopal y religiosa(excelentes guisos y repostería), a los que ha de añadir su condición de clásica ciudad de ferias agrícolas y ganaderas, en medio de la Vía de la Plata. En consecuencia: restaurantes sencillos y buena cocina con tradición.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Leyendo esto me entran muchas ganas de viajar ayi tiene pinta de ser un lugar rustico pero muy bonito haber si me decido a ir

un admirador de este bloog os envia un cordial saludo segir escrviendo.

Anónimo dijo...

No se como no han elegido nuestro blog con artículos como este